Novedades de la temporada de otoño 2025 — dónde pasar un otoño inolvidable.

      Cheval Blanc Randheli, Maldivas

      En octubre Cheval Blanc Randheli recibió la máxima distinción: tres claves Michelin, y hay razones que van más allá de etiquetas brillantes.

      Cheval Blanc Randheli es uno de esos casos en que el deporte y el confort junto al agua se funden en un mismo hábito. Aquí cada mañana no es solo una vista a la laguna, sino el inicio de nuevas rutas: desde estiramientos matutinos en la terraza abierta hasta entrenamientos sobre el agua. Si tus ambiciones van más allá del típico “calentamiento vacacional”, las pistas locales han acogido a figuras del tenis mundial, y el campo de golf está construido sobre el agua: solo queda elegir la bola y la dirección.

      En la programación diaria hay surf, wakeboard, buceo, motos de agua, paseos marítimos. Si necesitas escapar del bullicio, a tu disposición está Nava: el último yate de lujo con tripulación, dos camarotes, un comedor parcialmente abierto y una cubierta para los auténticos amantes del sol. Sal con amigos hacia las lagunas invisibles de los atolones Baa y Lhaviyani: el equipo ya sabe dónde merece la pena entrar por un snorkel fuera de lo común o por la tranquilidad.

      Las villas espaciosas se sienten no como “lujo por el lujo”, sino como espacio para vivir. Aquí no trabajan simples “mayordomos”, sino un auténtico equipo de conocedores: el barista recordará qué café te gusta por la mañana, y el instructor de yoga se adaptará a tu horario.

      Si el deporte es tu estilo de vida, Cheval Blanc Randheli está listo para aceptar el reto: el ocio activo aquí no es una opción, sino la base de la experiencia. Cada huésped elige su propio ritmo y compás, y cada detalle tiene carácter. Todo con la máxima honestidad: sin prisas, mucho aire y récords personales.

      Cheval Blanc St-Barth, San Bartolomé

      San Bartolomé es una isla donde cada amanecer parece una postal y el mar brilla con una paleta de turquesas. Entre playas níveas y yates glamurosos en Gustavia, destaca Cheval Blanc St-Barth.

      El hotel se integra con delicadeza en la playa de Flamand, donde la mañana comienza con un café en el jardín y el día termina con una cena en la terraza abierta con vistas al océano. Los espacios fueron diseñados por el diseñador francés Jacques Grange, y esa firma se percibe en todo: en los tonos, los materiales, los sonidos.

      Recientemente, el 22 de octubre, este oasis volvió a abrir sus puertas, invitando a los huéspedes a celebrar los momentos más importantes de la vida en una atmósfera de impecable gusto y elegancia caribeña. Una boda a la orilla del mar, una recepción refinada o una cena íntima a la luz de las velas: cada detalle está pensado para impresionar. El equipo de Cheval Blanc St-Barth se encarga de todo: desde composiciones florales perfectas hasta creaciones gastronómicas de los chefs de los restaurantes. La Case ofrece una mirada culinaria honesta sobre los productos y especias locales, sin fetichismos innecesarios. Menús y desayunos con bollería de la propia pastelería, pescado local, pulpo a la brasa, carré de cordero con hierbas isleñas: todos los platos se sirven con naturalidad, sin pretensiones y con cuidadosa atención a los sabores. El restaurante La Cabane es un lugar para encuentros “sin guion”: donde puedes quedarte descalzo sobre la arena tibia y escuchar el murmullo de las olas.

      El equipo de spa propone multitud de rituales, bajo la exclusiva fragancia Tropical Chic, creada por el perfumista Thierry Wasser. Es un perfume raro, nacido específicamente para el Spa Cheval Blanc, en el que se encuentran notas solares de flores tropicales y un leve aliento de viento de montaña. No es casualidad que lo llamen el perfume de San Bartolomé: en él está toda la magia de la isla encerrada en un frasco.

      You and Me Maldives, Maldivas

      Noviembre en las Maldivas es el momento en que las islas se desprenden de los restos de la temporada de lluvias, mostrando su verdadera, serena esencia. No son solo coordenadas en un mapa. Es una forma de reencontrarse contigo mismo.

      El hotel You and Me Maldives fue creado para quienes hablan el lenguaje del amor. Esta isla es territorio para dos. El complejo, que funciona con la fórmula “solo para adultos”, crea un capullo de intimidad: solo el susurro de las olas y risas contenidas que se reflejan en la superficie del agua. La culminación es la cena en el restaurante submarino H2O. Te sientas en una penumbra azulada, bancos de peces nadan tras un grueso cristal, y en el plato hay una obra de arte del chef con estrella Michelin. El sabor de las ostras se mezcla con el del océano, y en el momento justo aparece, tras el cristal, un buzo con un cartel que dice “Will you marry me?”. No es solo una cena. Es la puesta en escena de tu gran “sí” en la vida.

      You and Me Maldives no es solo un lugar de vacaciones. Es un espacio para redescubrirse mutuamente, olvidar la rutina y sumergirse en un mundo donde solo importan vuestros sentimientos y los momentos vividos juntos.

      Cocoon Maldives, Maldivas

      Hay lugares que nos hablan en el lenguaje del tacto. Lugares donde cada detalle está creado para despertar los sentidos y recordar que el verdadero placer está en las pequeñas cosas. Cocoon Maldives es ese tipo de espacio, inspirado en la película icónica sobre la eterna juventud y convertido en un templo de la moderna cultura spa.

      El diseño del hotel, desarrollado por el estudio italiano LAGO, es un deleite táctil: madera pulida, tejidos suaves, líneas fluidas. Pero la verdadera magia sucede en el spa The Cube. Te recuestas en la camilla y las manos del terapeuta, experto en técnicas que van desde el masaje tailandés hasta la ayurveda, comienzan su relato. El aroma de la cosmética profesional Elizabeth Arden Pro se mezcla con el olor de las flores tropicales del exterior. Sientes cómo la tensión abandona el cuerpo y da paso a la ligereza. La culminación del viaje es el jacuzzi al aire libre. Allí, bajo la cúpula estrellada infinita, notas cómo los últimos vestigios de tensión se disuelven en el agua tibia. En ese instante llega la comprensión: el verdadero rejuvenecimiento no está en los procedimientos externos, sino en esa calma profunda que nace en el interior.

      Joy Island Maldives, Maldivas

      Imagina una isla cuyos contornos recuerdan a una mariposa: ligera, veloz, llena de energía indomable. Esa es Joy Island Maldives: un lugar donde cada día se convierte en un caleidoscopio de intensas experiencias y la alegría se vuelve palpable, casi física.

      Mientras el club infantil Kiddie Cove ocupa por completo la atención de los más pequeños, tú tienes tiempo para ti. Un instructor certificado PADI espera para mostrarte los tesoros ocultos del arrecife de coral. La embarcación está lista para llevarte en una excursión a islas vecinas. Las raquetas de tenis o de pádel ya están en la pista. Aquí cada día es un caleidoscopio de sensaciones: la salpicadura del mar en la cara, la emoción del juego, el asombro al encontrarte con una tortuga durante el snorkel. Es una isla donde la alegría se vuelve experiencia física.

      Joy Island Maldives no es solo un resort. Es un lugar donde cada día se llena de novedades, los niños están felices y ocupados, y los padres pueden permitirse descansar. Las aventuras aguardan en cada paso: bajo el agua, en tierra y en alta mar, y la alegría se hace tangible a través del movimiento, las emociones y los momentos inolvidables.