En Copenhague, las chicas llevan esta marca para casarse y andar en bicicleta.

      En el estudio de Cecilie Bahnsen en Copenhague, la propia Bahnsen señala una imagen del look 26 en su tablero de inspiración, el día antes de su desfile por el décimo aniversario. Ella respira un poco con sorpresa al verlo, agarrándose la parte de la camiseta que le cubre el corazón antes de decir con entusiasmo: “¡Este! Está inspirado en Copenhague... y en la forma en que las chicas montan en bicicleta, metiendo los vestidos para que no se enganchen en las ruedas.” El look en sí es un vestido blanco que parece batido a partir de una porción desigual de mantequilla, con la tela recogida en una cadera, como ha señalado Bahnsen, para crear la ilusión de un pliegue. Está superpuesto con un chaleco de corte táctico, como los que se usan para correr, excepto que este está hecho de una tela compuesta íntegramente por flores. La modelo, por supuesto, parece que podría arrancar a correr en cualquier momento porque lleva unas zapatillas Asics bañadas en plata, con calcetines hasta la rodilla. Si Bahnsen no lo hubiera mencionado, mis ojos se habrían dirigido hacia él de todas formas porque es algo en lo que me encantaría vivir. (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen)

      Pero también es un look apropiado para que Bahnsen lo destaque porque este año marca su regreso a Copenhague, de donde es y donde tiene su base, tras desfilar durante cinco temporadas en París. Casi todos los editores de moda con los que hablé en la semana de la moda de Copenhague mencionaron su desfile aniversario como lo que más esperaban. La mitad de ellos llevaban un top voluminoso de Cecilie Bahnsen con grandes mangas abullonadas o peplum mientras lo decían. En ese momento no eran solo editores trabajando, sino fans emocionadas.

      El trabajo de Bahnsen parece hecho particularmente para nosotras. Sus vestidos y tops suelen ser tan cómicamente grandes que parecen perfectos para editoriales, pero funcionan en la vida real por lo fácil que se pueden poner sobre camisetas y vaqueros. Cecilie Bahnsen es excesiva pero cómoda. Tampoco es raro oír a alguien decir que quiere casarse con una prenda de la marca. “Tenemos la suerte de que muchas nos elijan para su boda, ¡pero también es encantador cuando veo a una mujer que simplemente se lo ha puesto un lunes o lo ha hecho suyo! Creo que es esa electricidad que la marca puede hacer ambas cosas.” Vestir Bahnsen es ser algo así como una groupie. Es un uniforme para un club muy especial.

      Bahnsen lo sabe y en realidad es una de las cosas que más le gustan de su universo de vestidos de cuento de hadas que pueden parecer postre pero a menudo se llevan con la sensibilidad de una adolescente tomboy rebelde. “Los invitados también forman parte del espectáculo”, me dice. “Llevan sus piezas favoritas y con ellas viene la memoria.” (Crédito de la imagen: Cecilie Bahnsen) (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen) (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen)

      De hecho, gran parte del sello distintivo de Cecilie Bahnsen no está inspirado por alguna película o referencia fantástica oscura, sino por la forma muy real en que Bahnsen observó a la gente llevar su ropa. Es en parte la razón por la que se sintió llamada a volver a Copenhague. “Es genial hacer una colección aquí de nuevo porque sacamos tanta inspiración de aquí, de cómo trabajó el equipo, de cómo se visten las mujeres a mi alrededor. Cuando añadimos denim a la marca fue porque las chicas llevaban los vaqueros debajo de los vestidos aquí. Lo mismo con las prendas de abrigo.” Ella vio ese estilismo práctico y peculiar como una manera de proteger. “Se trataba de… ‘¿Cómo puedes proteger el vestido?’” Una pieza de Cecilie Bahnsen es preciosa… pero no lo bastante preciosa como para quedarse en tu armario mientras sales a vivir. (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen) (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen)

      “Fue realmente añadir estas cosas alrededor de los vestidos lo que nos hace ser lo que somos,” continúa. “Empezamos a construir el universo y a fortalecer la marca de esa manera, pero también porque tiene sentido así como lo llevamos.” La colección del décimo aniversario que mostró la semana pasada fue la culminación de todo lo que ha hecho hasta ahora. Fue una oda a las maneras en que todo el mundo ha llevado Cecilie Bahnsen durante la última década. “Quería que fuera algo diferente y usar este show en Copenhague como una oportunidad para hacer algo un poco fuera de la caja... algo más reflexivo,” dice. “Estuvimos trabajando con nuestros archivos, dándoles la vuelta y juntándolos de una manera nueva.” (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen) (Crédito de la imagen: Cortesía de Cecilie Bahnsen)

      Así que Bahnsen fue directamente a los archivos, que se encuentran en su estudio. Rememoró todas las piezas que ha hecho hasta ahora, a la vez que señalaba, entre carcajadas, lo mucho que todo se ha vuelto más voluminoso. “Decidimos que sería una colección blanca pasando al plateado,” continúa. “Es un collage creativo de los últimos diez años. Quería mostrar tantos de los tejidos que hemos desarrollado y las técnicas que hemos desarrollado, y poner las siluetas juntas de nuevas maneras. Ese ha sido realmente el punto de partida para la colección.”

      El resultado fueron vestidos, tops, faldas y shorts que parecían más un collage que una sola página del manual de Cecilie Bahnsen. Algunos de los vestidos eran literalmente un collage, con un puñado de ellos presentando un vestido enganchado por detrás, apareciendo al principio como una capa o cola. “¡Ahí tienes dos looks en uno!” dice Bahnsen.

      Y aun así el desfile aniversario no fue solo una oda o una reflexión sino un ejercicio de desprendimiento. “Algunas de estas piezas son tan preciosas para mí, pero deberían salir y vivir un poco. Se trató de trabajar con lo que tenemos y juntarlo, darle una nueva vida, pero también disfrutar de lo que ya son. Es un diálogo entre las diferentes colecciones.” Mirando al público, se veía que todos estaban agradecidos de que Bahnsen fuera una experta en dejar ir. Casi todo el mundo llevaba alguna pieza de Cecilie Bahnsen, incluso en forma de su popular colaboración de zapatillas con Asics, mientras señalaban los looks que querían tener a continuación.

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