La moda no se trata de las cosas, sino de la persona.

      En el mundo de la moda, donde las tendencias se suceden con una velocidad increíble, el punto de vista de un experto que sabe ver, detrás de las prendas llamativas, a la persona y su historia es especialmente valioso. Hablamos con la estilista Sofía Kogteva sobre la inspiración, los estereotipos de la profesión y qué acentos marcarán la moda en las próximas temporadas.

      — Sofía, ¿qué le inspira en su trabajo?

      — Para mí las fuentes de inspiración son muy diversas. Es el arte visual, la pintura, el diseño contemporáneo, que forman el gusto y la mirada. Por supuesto, sigo atentamente las semanas de la moda mundial —es una verdadera "llamada de los maestros". Pero no menos importante es recurrir a la historia de la moda, porque solo entendiendo el pasado se puede sentir el presente y anticipar el futuro.

      — ¿Con qué estereotipos sobre la profesión de estilista se encuentra con más frecuencia?

      — Muchos piensan que es fácil: "eliges un vestido y ya está". Pero en realidad el trabajo del estilista requiere conocimientos, una visión sutil y saber hacer de psicólogo. Porque no solo importa elegir un look bonito, sino también revelar la individualidad del cliente y lograr que se sienta seguro. Es un trabajo enorme y multifacético.

      — ¿Qué parte del proceso le da más placer?

      — ¿Honestamente? Todo el proceso. Desde la consulta y la búsqueda del concepto hasta la sesión final. Disfruto tanto de las compras como de la creación de la estilización, pero el sentimiento más fuerte es cuando ves a un cliente feliz o unas fotos impactantes y entiendes: esto es tu creación.

      — ¿Por dónde empieza el trabajo con un look?

      — Por el primer encuentro. La consulta es la etapa clave, cuando trato de entender los objetivos del cliente, su carácter, sus deseos y su estilo de vida. Es muy importante captar la individualidad; de lo contrario es imposible crear un look armonioso.

      — ¿Qué es más difícil: elegir las prendas o ayudar a una persona a sentirse segura?

      — Creo que están interconectados. Las prendas por sí mismas son tela y forma. Pero cuando se convierten en el reflejo de la persona, surge la confianza. Mi trabajo consiste en unir esos dos aspectos.

      — ¿Qué errores cometen con más frecuencia las personas al elegir la ropa?

      — El error más común son las compras impulsivas. "¡Oh, qué bonito!" — y la prenda termina en el armario. Pero sin tener en cuenta la silueta, el tipo de color y el estilo, esas compras rara vez funcionan. Por eso el estilista ayuda a construir un sistema en el que cada prenda funcione para el conjunto.

      — ¿Se puede refrescar rápidamente el guardarropa sin grandes gastos?

      — ¡Claro! El secreto está en los accesorios. Un pañuelo atrevido, un broche, un mini bolso, guantes o calcetines llamativos pueden reavivar incluso un conjunto básico. A veces un detalle marca el estado de ánimo de todo el look.

      — ¿Qué tendencias de este otoño destacaría como clave?

      — El otoño de 2025 será intenso y expresivo. En primer plano están las pieles: se ven por todas partes, desde abrigos hasta detalles en los accesorios. El segundo protagonista es el terciopelo; ha vuelto también a los looks cotidianos. Además, estampados de acento: lunares y estampado de serpiente en nuevas lecturas. Vuelven los cinturones anchos de los años 2000 y, por supuesto, continúa el juego de siluetas: la combinación de oversize y cintura marcada.

      — ¿Qué tendencia le sorprendió más?

      — ¡Los flecos! Hay muchísimos; literalmente dan vida a los looks. Creo que es una tendencia que se quedará por largo tiempo.

      — Y, en su opinión, ¿qué seguirá siendo moda en la primavera de 2026?

      — La primavera promete ser audaz: cortavientos voluminosos combinados con faldas elegantes, chanclas de cuero con pelo, la incorporación de la ropa interior en los looks urbanos. Es un juego en el límite entre la elegancia y la provocación.

      — Y para terminar: ¿su principal consejo para los lectores?

      — Recuerden: la moda no trata de las prendas, sino de la persona. La ropa debe ayudarles a sentirse ustedes mismos: seguros, en armonía y hermosos.